Los caracteres morales

Los caracteres morales
Precio
2,88 €
ISBN
978-84-259-0733-3
Formato
Plataforma
0
1
Detalle de la obra
Resumen
Información biográfica
Autor
Mención de Responsabilidad
Edición bilingüe de Manuel Fernández Galiano; con ilustraciones de Vicente, Herreros, Esplandiu y Mingote
Tipo de Edición
Edición bilingüe
Ilustrada
Materia.
Tipología
Publicación unitaria
Edición
1.ª reimp.
Año de edición
1985
Lugar de Edición
Madrid
Dimensiones
19x14, 0.2Kg
Nº de páginas
60
Peso
150
Lengua
Español / Castellano
Griego

Pocas obras de los autores clásicos plantean tan gran multitud de problemas como este pequeño tratado, que ya desde la misma antigüedad viene gozando de insuperable fama. La primera cuestión que se ofrece al lector en cuanto entra en contacto con una página cualuqiera de esta obra es su clasificación desde el punto de vista literario o científico... lo único seguro con respecto a esta original obrilla es quelos distintos cap´ñitulos quela componen no presentan el menor trazo de unión entre sí, lo cual es casusa de que nos hayan sido transmitidos porlos manuscritos en un gran desorden... Sería inútil, por otra parte, negar el gran valor literario que paradójicamente tiene esta obra no literaria en la intención del autor: son tantos y tan finos los pormenores en que se traslucen sus maravillosas dotes de observación; tan vivos y certeros los retratos de personas y pinturas de situaciones; tan sugestivos e instructivos el escenario y los actores de esta multiple comedia por la que discurre, en amena y pintoresca mescolanza, la población entera de Atenas de la época macédonica; tan interesante t odo ello, tan rico en matices y en colosales aciertos, que podemos perdonarle al autor la rigidez estilística y el cansado ritmo de la invariables oraciones consecutivas. El lector que tome en su mano, por primera vez, Los Caracteres, no podrá olvidarlos jamás.                                 

Tírtamo, que luego había de ser Teofrasto, nació en Ereso (Lesbos) en 372 a. de J.C.; era hijo del cardador Melantas. Impulsado por su constante inquietud científica, fue discípulo, en Lesbos, de Alcipo y en Atenas, de Platón y Aristóteles. A partir de 335, este hizo de él su auxiliar y hombre de confianza... Al retirarse a Calcis (323), Aristóteles le nombró su sucesor en la jefatura de la escuela peripatética, y a su muerte (322) le hizo heredero de su valiosa biblioteca y tutor de su propio hijo. Dedicó su vida a la enseñanza y la escritura, sabemos de la existencia más de 225 escritos, pero solo nos han llegado dos obras de botánica y Los caracteres escrito hacia el año 319.